El inicio del año 2003 fue testigo del mayor movimiento antiguerra de la historia. El 15 de febrero millones de personas se manifestaron contra la intervención en Irak en los 5 continentes y particularmente entre los países imperialistas europeos. Obreros, estudiantes y profesionales expresaban su rechazo al ataque y, en gran medida, participaban por primera vez de una manifestación internacional.
Las movilizaciones continuaron durante los primeros años de la guerra. En febrero de 2003, el Papa Juan Pablo II criticó severamenteal gobierno de Estados Unidos por "su arrogancia y falta de consideración". En abril de este año, el Papa Benedicto XVI, Joseph Ratzinger, inició su visita a Estados Unidos. Allí, a pesar de expresar su preocupación por la situación, no repudió la guerra que se mantiene hace más de 5 años ni pidió la retirada de tropas.
En Europa no había una sola universidad que no comenzara a formar un comité antiguerra. Los gobiernos de
Aznar y
Blair se pusieron en discusión, pero apoyaron la guerra creyendola justa. Desde
Francia, Chirac se transformaba en el líder de una coalición opositora a la guerra, junto con Alemania, Rusia y China, que querían el ingreso en Irak consensuado en
la ONU.
Pero las diferencias entre Estados Unidos y Europa habían empezado antes. En 2002, comenzó una guerra diplomática por Irak entre Estados Unidos y Europa. Mientras desde Washington pretendían arrasar con el régimen de Saddam Hussein, los líderes europeos se oponían. Otro de los frentes de choque era la decisión de EEUU de ignorar a la ONU y a sus aliados de la OTAN en la ofensiva contra Irak.