martes, 8 de julio de 2008

La inviabilidad de la guerra

“A veces hay problemas que deben resolverse demostrando que no tienen solución”- Umberto Eco

“Cinco escritos morales”, de Umberto Eco, es una obra que compila escritos del italiano que hacen referencia a un análisis detallado de circunstancias histórico-sociales que incluyen los grandes problemas de la actualidad.

El artículo “Pensar en la guerra”, publicado en la Revista dei Libri en abril de 1991, plantea la imposibilidad de la guerra. “No se puede hacer la guerra porque la existencia de una sociedad de la información instantánea y del transporte rápido, unida a la naturaleza de la nueva tecnología bélica ha hecho de la guerra algo imposible e irrazonable. La guerra está en contradicción con las mismas razones por las que se hace”. Las condiciones que hacen a la imposibilidad de la guerra son: las armas nucleares, los frentes, las nuevas tecnologías y el poder. “Las armas nucleares nos han convencido a todos de que un conflicto atómico no tendría vencedores, sino un único perdedor: el planeta. (…) Quien lanza la atómica declara la guerra a la tierra en su conjunto”.

Acá también se plantea la idea de las guerras asimétricas, argumentando que la guerra ya no se produce entre dos frentes separados. “El escándalo de los periodistas norteamericanos en Bagdad es igual al escándalo, de dimensiones mucho mayores, de millones y millones de musulmanes filoiraquíes que viven en los países de la alianza antiiraquí”. Y continúa: “Cuando el gobierno norteamericano considera que las compañías de televisión hacen el juego al enemigo, aún cree que se encuentra ante un complot de los intelectualoides filocomunistas”.

“Incluso si se amordazara a los medios de comunicación, las nuevas tecnologías de la comunicación permitirían flujos de información imposibles de atajar”. La información que ahora circula por un medio tan masivo como Internet neutraliza cualquier acción de sorpresa, y según Eco: “no es posible una guerra en la que no se pueda sorprender al adversario”.

El literario italiano también hace referencia a los poderes, y explica que la guerra ya no enfrenta a dos patrias, sino que pone en competencia infinitos poderes. Allí incluyen, además de los poderes de cada patria a nivel político, a los términos económicos en los que también se juega el conflicto.

Y Eco no olvida el rol que cumplen los intelectuales en las guerras. “Es deber intelectual proclamar la imposibilidad de la guerra”. En cuanto a la expresión de las ideas por parte de los intelectuales, explica que lo que algunos interpretaron como el silencio de los intelectuales sobre la guerra en verdad se trataba del temor a hablar de ella en los medios de comunicación. Porque “los medios de comunicación forman parte de la guerra y de sus instrumentos, y por lo tanto es peligrosos considerarlos territorio neutral”.

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